El próximo 14 de septiembre Amy Winehouse habría cumplido 40 años. Sin embargo, la voz de la cantante británica se apagó para siempre el 23 de julio de 2011, cuando fue encontrada muerta en su apartamento de Londres a los 27 años.
Murió de manera “accidental”, según el veredicto de un tribunal londinense. Había consumido cinco veces más alcohol que el permitido para conducir en el Reino Unido. La vida de la intérprete de Back to Black, Rehab o Valerie estuvo plagada de éxitos, pero también marcada por el abuso de drogas y alcohol y enfermedades como la bulimia. Nunca pasó desapercibida.
Más de 12 años después de su fallecimiento, el recuerdo y la música de Winehouse siguen muy presentes y sus padres, Mitch y Janis, han decidido compartir en The Telegraph fragmentos de los diarios de su hija, en busca de comprender mejor todo lo que había dentro de su cabeza y como su forma de honrar el que hubiera sido su 40º cumpleaños.
“Amy llegó al mundo el 14 de septiembre de 1983. Tenía cuatro días de retraso y siempre bromeábamos diciendo que Amy llegaba tarde a todo, incluso a su propio nacimiento [...] Podía ser adorable y encantadora, pero si no era feliz, todos lo sabían. ‘¡Cállate, Amy!’ fue probablemente la frase más escuchada en nuestra casa. Ya estuviera feliz o triste, a Amy le encantaba ser el centro de atención”, anticipan sus progenitores en el medio británico.
Los escritos privados de la artista dan la razón a sus padres, demostrando que ya desde la adolescencia era consciente de que destacaba entre la multitud y lo disfrutaba. “Estoy contenta de ser diferente. No es como si quisiera ser como todos los demás. Me encanta tener mi propio estilo individual. Me encanta ser ruidosa y hablar con la gente. Es como soy”, plasmó en sus cuadernos ahora hechos públicos con una coqueta caligrafía redonda.